Tomemos un poco de acá, otro poco de allá y escribamos esas historias.
No entiendo como funciona esto ¿Por qué crecen esos árboles? Escribiré una explicación y la sumaré a las tantas del libro.
Me contó alguien, que le contó alguien, al quien le había contado alguien, que hace unos años un hombre hizo unos milagros maravillosos. Lo voy a escribir en el libro.
¡Esto no puede durar para siempre! ¿Cómo podría terminar? ¡Ya se! Voy a escribir el final.
Los años, las plumas y los hombres engordaron al libro hasta que este cobró vida. Por él murieron miles, fueron torturados otros tantos y apresados muchos mas. Algunos, gracias a sus favores, lograron hacerse ricos y uno hasta estrenó su imprenta.
Es pecado discutirlo y el libro sigue aquí.
Me suena haberlo leído ese libro del árbol ¿era un manzano o algo así?
ResponderEliminar!Mentida podrida! era una higuera y bajo su troco comía hierba el león y nadaban las liebres en la mar dulce, ella vestía desnuda, él también y le faltaban dos costillas, menuda operación, sin embargo no se dolía. El autor dictó otras dos versiones de su novela, con un éxito clamoroso que todavía dura y duraaa. Es pecado citar el nombre del autor en vano, ni lo hizo el alemán al imprimir la faceta reformada, sin embargo se hizo rico con la primera imprenta donde se imprimieron libros cuyo autor consta en las tapas, eso me han dicho o es mentira.
Gambetas voy a por el cap. XII, este relato me ha dejado pasmada por tus exquisitas mentiras y necesito meditar. Besitooos.
Ah! Pero ¿ese cuento que me contaban de pequeña en la catequesis también era mentira?.
ResponderEliminarJo, hacerse mayor es un asco, primero descubrí que no existen las hadas madrinas, después me di cuenta de que lo de los principes azules en un caballo blanco era un cuento, y ahora esto...
Uf! Al final toda mi vida soñando con mentiras...
Un beso de Mar
Texto cortito; pero sin desperdicios.
ResponderEliminarIncontables mentiras se mantienen en defensa no sólo de ese libro, si no el de cualquier credo.
Un placer visitarte, Gambetas.
Buen jueves :)
Y los hombres que lo crearon convirtieron a ese libro en un dogma para los demás y vivieron gordos y felices para siempre. Los demás esperaron vivir felices en el paraiso fantasmal.
ResponderEliminarMuy bueno, compañero juevero.
Vaya y me pregunto donde anda ahora ese libro, porque debe ser valioso.
ResponderEliminarGenial entrada me gusto el toque qe le distes al relato.
Te enlazo para no pederme tus relatossssss
Primavera
Me suena conocido! jejjeje...muy buena ironía!
ResponderEliminarSaludos.
Grandes libros de Mentiras se han escrito.
ResponderEliminarSimilares mentiras para diferentes lectores, que han seguido incondicionales hasta la muerte.
¿Tan vital es la mentira?
Conceptual y directo al cerebro, me ha gustado.
Abrazos
Me ha gustado mucho tu relato Gambeta polémico y directo al cerebro como dice Alfredo, quizás es que desde que esa sinuosa y pérfida mujer hizo que el que le dio sus costillas probara la manzana hemos crecido necesitando creer que sigue existiendo un paraíso cuando algo se pone muy difícil en el valle de las lágrimas. Un beso grande.
ResponderEliminarNo me importan sus comentarios.
ResponderEliminar¡Nooo, mentira!
Gracias a todos por sus palabras.