jueves, 29 de julio de 2010

Este jueves un relato: “La persona con la que me quiero encontrar…”

Abro los ojos y ya estoy despierto ¡Que bueno! Nunca me sentí tan bien ¿Qué habrá sido de ese dolor de cuello que me acosa cada mañana? Por las dudas no me lo pregunto mas, a ver si le da por regresar. Me pongo las pantuflas y me dirijo hacia la cocina, mi padre está sentado a la mesa, esperándome con un humeante café, nadie lo prepara como él.
- ¡Buen día, viejo!
- Hola hijo, pero no es la mañana, son las 6 de la tarde.
- ¡Uh! ¿Tanto dormí? Con razón estoy tan relajado

Mi padre calla y toma un sorbo de café, hago lo mismo, está delicioso, como digo nadie lo prepara como él.

- He visto a tus niños hoy. Me dice.
- ¿Los viste? Están crecidos, buenos y preciosos. Contesto (¿Quién no opina eso de sus hijos?). Recuerdas cuando poníamos a Fermín en tu cama, cuando estabas enfermo, parece increíble que aquel bebé regordete sea el mismo que hoy corra, luche, caiga, se levante y siga, en esos partidos de fútbol que tanto le apasionan.
- Y lo hace bien. Acota.
- Rocío está preciosa, la semana pasada se pusieron espalda con espalda con su madre, y ya le sacó dos centímetros. A veces, cuando no está en casa, se siente el vacío que provoca el silencio de su música, de su voz dulce, de sus continuas canciones.
- Tiene tus mismos ojos, tu mismo pelo, que también son los míos.
- Si, pero menos mal que tiene otras facciones ¡Ja, ja! Sinó sería fea como nosotros, pobrecita.
- ¡Tu serás feo! Yo soy muy guapo, me dijo algo enojado.

Sabía que iba a reaccionar así, mejor cambio de tema para no comenzar una discusión. En realidad se lo ve guapo en serio, nunca lo vi tan bien.

- Viejo ¿Piensas que soy un buen padre?
- Mira hijo, yo no se lo que significa exactamente ser un buen padre, por lo que veo tu eres de esa clase que les brinda a sus hijos protección, tiempo, oídos, educación y algún mal ejemplo ¡en fin!, pero lo mas importante es el amor que les tienes y el que le tienes a su madre. No se si eres un buen padre, solamente eres ese tipo de padre que te he descrito y me gusta.

No puedo evitar que una lágrima borronee mi mirada, ultimamente estoy muy sensible, me emociona cualquier cosa ¡Qué bueno, que buena es la emoción!

- ¿Qué te parece si salimos al jardín? Está muy hermosa la tarde. Me dice.

Nos ponemos de pie y nos dirigimos hacia la puerta. De repente me detengo abruptamente, un manto de realidad cubre enérgicamente mi cabeza, algo ha cambiado.

- ¡Padre…, padre…!

Él se detiene y gira para ponerse frente a mí.
- Tu…, tu nos dejaste hace 14 años, digo titubeando ¡Tu estás muerto, estas muerto!

Se adelanta unos pasos y me abraza como nunca lo había hecho, me estruja entre sus brazos y me dice:

- Tu también, hijo.

13 comentarios:

  1. Conmovedor encuentro y entiendo tu necesidad...yo a veces también la tengo.
    Un abrazo y bienvenido al club!!!

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  2. Cruel realidad,arma de doble filo la soledad,ese espacio vacio,dificil de llenar.

    Evidentemente tu relato da que pensar.

    saludo cordial

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  3. ¿Quien no ha visto el perfil de un ser querido en el rostro de quien al lado se arrodilla durante un oficio religioso?
    Aparte de lo que ha significado de haber vuelto en el tiempo con una intensidad inusitada hasta un punto en el pasado.
    Volvemos ambos a caminar seguido.

    Tésalo

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  4. Casi desde el primer párafo sospeché que el padre estaba muerto, pero el final me ha recordado a "El sexto sentido", muy bien construido, redactado, engancha a leerlo, y con sorpresa final, creo que es cierto que escribes muy bien, bienvenido a este club de lokos, miles de besossssssssss.

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  5. Me he enganchado en tu relato. Bien construido, bien narrado y con un final tan sólo en parte previsible.
    Un abrazo.

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  6. Buenissssssssssssssssssssssssssssimo Gambeta. Me encanta los finales inesperados y el tuyo ha sido genial. Es la primera vez que ent´ro en tu casa pero ya me he hecho tu seguidora. Nos seguimos leyendo.
    Un beso

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  7. Gambetas, ha sido un placer leerte, muuuy buen relato, final que se veía venir pero un tema interesante. ¿al morir estamos tan despistados/as que ignoramos estar muertos? Hasta que caemos en ello, estamos ¿como vivos un tiempo? Bien descrita esa situación y el dialogo,con tintes melancolicos. Bienvenido al club de los Jueves, un besito.

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  8. gambetas, te lo juro, no se el porque,pues no das ninguna pista, me imaginaba al hijo muerto...claro que tambien el padre¡¡¡¡
    dos angeles pues, velando por el amor de unos hijos y de unos nietos¡¡¡
    magnifico, precioso....
    saludazos.

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  9. Hola Gambetas, bienvenido.

    Buen relato, en principio cotidiano, familiar y compartido, con final cinematográfico que no le resta nada de cotidiano, familiar y compartido.

    Enhorabuena,

    Abrazos

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  10. Hola! Muy bueno el relato aunque me dejó un saborcillo agridulce y un aroma tristón. Es una sensación muy viva la de pensar unos instantes en alguien que ya no está y que echamos de menos y, al mismo tiempo, desaparecer lo vital en nosotros (Ya sé que éste no es el caso del relato...). Basta con respirar hondo para volver a la realidad.

    Bienvenido al grupo, amigo nuevo!!!

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  11. Gracias a todos! Primero voy a mandar una argentinidad, creé el blog el miércoles y, el jueves, en media hora escribí eso. Es típico nuestro, explicar por qué no ganamos el mundial. Les aclaro que puedo escribir cosas así ¡y mucho peores!
    Gracias a todos, Amo a Epaña, mis cuatro abuelos eran de allá, soy argespañol, es un gusto conectarme con Uds.

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  12. Hola, Bienvenido a los jueves, yo también soy casi nuevito te digo...y te doy un consejo: no escribas tan así que nos conmoves a todos...jeje! no me imagine ese final, con un sutil matiz de melancolía, pero abrupto, lleno de esa frase que decis unas líneas antes ¡Que lindo es sentir la emoción!, palabras justas, porque no son sentimientos, sino emociones, nos cruzan el cuerpo, nos dejan plasmados....la verdad, ya te sigo, te agrego a mi lista de blogs...me cautivo mucho! saludos!

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